Cuatro tenaces y desvelados ciclistas de CEMAC TOLUCA, arribamos a la
ciudad de Jerez Estado de Zacatecas, siendo las 3:20 am del día domingo 30
de enero de 2005. Después de una exhaustiva y desgastante rodada en Real
de Catorce, Estado de San Luis Potosí.
A las
7:00 am del domingo, después de un merecido descanso de unas 3 hrs y un
buen baño en un hotel de esta ciudad de Jerez, nos dirigimos al lugar
donde iniciaríamos la aventura de rodar 46 Km. en una colonia que está en
las faldas de la montaña, preciosa muy semejante a tierra de órganos.
Dejamos el auto encargado en una casa donde nos dieron oportunidad de
armar el equipo necesario.
Siendo las 9:00 am comenzamos a rodar una pendiente que nos fue poco a
poco acercando a las caprichosas formas de las piedras no sin antes pasar
por lo que aparenta será un desarrollo eco turístico.
Las
piedras que veíamos lejanas y amorfas fueron quedando frente a nosotros
tomando formas caprichosas dando la apariencia de manos, pies, dedos y
otras similares. Siempre rodando por un camino ancho y de terracería, nos
dimos gusto rodando rápido en los ascensos, no sin dejar de admirar el
cielo limpio y los viñedos tan simétricamente sembrados.
Después de un largo ascenso llegamos a un precioso valle donde Viktor pudo
recordar algunos pasajes de su vida y además analizar el mapa de la zona y
el GPS para poder decidir si avanzábamos o regresábamos. Decidimos dar
otro jalón a esta preciosa y tranquila ruta completando 23 Km. y
terminando la rodada de ida en un punto donde tranquilamente platicamos y
planeamos otras rodadas, para después darnos gusto con una larga y muy
rápida bajada, no sin antes ayudar cerca del paso del -MAO- a algunas
personas con su camioneta atorada.
Después de 46 Km., llegamos al punto de partida contentos y satisfechos,
pero con el interés de algún día explorar toda la ruta formando un
circuito de unos 75 Km. Ya en el coche pedimos permiso a la persona que
nos permitió dejar el auto en su casa para darnos un regaderazo a lo cual
accedió y así limpios del cuerpo, plenos del espíritu nos dirigimos para
comer unas ricas tortas en la salida de la pequeña y pintoresca Ciudad de
Jerez para después manejar por turnos al lugar de origen de la expedición.
A las
2 am del día lunes, Toluca nuestra ciudad nos recibía con los brazos
abiertos, con el peculiar aire frió característico de nuestra tierra.
Agradezco a mis compañeros ciclistas y hermanos Viktor, Roberto y Octavio.
Nivel de Dificultad: 224