Desde la carretera el Nevado de Toluca se ve imponente. La mañana está medio nublada pero tenemos esperanza de que el día abrirá. Es una salida especial ya que significa el inicio de las excursiones de BiciMapas. Sobre la carretera que va a Valle de Bravo y poco antes de la desviación hacia el volcán, observo que el termómetro marca 12 grados. Empezamos a subir al Nevado y para el momento en que entroncamos a la terracería, ya estamos a 6 grados. Llegamos al parque de los Venados a las 9:00, según lo planeado. Empezamos a preparar la bicis. El cielo se cierra y un viento frío nos envuelve. Al cabo de unos minutos, llegan los demás miembros del grupo. Ahora estamos completos: Pablo Ruiz, Enrique García, Héctor Bolaños, Marcos Lasses, Leobardo Rodriguez, Juan Manuel Vázquez, Jorge González y Alberto Nájera. Por supuesto nos acompañan nuestros fieles amigos Dickens, Boreal y Sky quienes ya están ansiosos por empezar a correr.
Terminamos de preparar las bicis y observamos el mapa de la ruta, revisando los puntos de referencia que hemos marcado así como los senderos a seguir. Después de una explicación de como orientar el mapa y establecer la dirección en la que está el siguiente punto de referencia, iniciamos la subida. Acordamos que el punto de reunión será el albergue, 8 kilómetros más adelante. Nos apuramos a arrancar ya que Dickens está muy insistente como diciendo " mucho bla bla bla y poca acción. VAMONOS".
Durante la subida, a Jorge se le rompe el tornillo que sujeta el poste del asiento, aparentemente porque lo apretaron de más y se debilitó. Llegamos al albergue a eso de las 11:00 AM. Jorge y Leobardo no llegan. No tienen radio así que no sabemos de ellos. Juan Manuel les habla por el celular y nos dicen que ya se encuentran en camino al albergue. Llegan una hora después de nosotros. El frío se intensifica durante la espera y empiezan a darse brotes de desesperación. Nuestras esperanzas de un día soleado... las guardamos para otro día. Los únicos que no sufren son Sky y Boreal que al ser Samoyedos, estaban en su medio y Dickens que con su hiperactividad ni cuenta se dió de que hacía frío. Habiendo usado el ingenio, Leobardo y Jorge lograron sujetar el poste del asiento, pero de tal forma que no creo que Jorge lo haya disfrutado mucho que digamos. Afortunadamente, Enrique traía un tornillo de reserva en su bolsa de herramientas, lo que salvó la excursión para Jorge. Aunque claro, Enrique se encargó de asegurarse que Jorge le estuviera agradecido por resto de la ruta al convertirlo en su principal blanco de mensajes de doble sentido. Por el resto de este día el apodo de Jorge fue "Tornillo".
Ya con una hora de retraso, continuamos. Enrique, Héctor y Marcos deciden subir hacia la Vereda del Diablo, mientras que el resto continuamos por la terracería para reunirnos en la laguna de La Luna. La subida nos cae de maravilla para recuperar el calor, después de haber estado parados una hora sufriendo por el aire frío. Llegamos al cráter al cabo de unos 20 minutos.
Después de reunirnos, iniciamos el ascenso al Labio del cráter. Por mucho la parte más extenuante de la ruta, ya que se sube a los 4200 metros, en un biking hiking realmente agotador. Llegamos al labio y tomamos unos minutos para observar el paisaje que realmente es difícil describir con palabras. Sorpresivamente, Pablo saca una botellita de vino tinto y el correspondiente queso, para celebrar la primera excursión de BiciMapas. Compartimos todos del vino y el queso, tomando las obligatorias fotografías. El cielo se cierra aún más y la niebla (o más bien las nubes) no dejan ver mucho.
Iniciamos el descenso por un camino lleno de arena y piedras que en un principio no es rodable. Poco más adelante, el sendero mejora y empezamos a bajar por una vereda realmente divertida, con varias secciones técnicas y otras que son un verdadero "roller coaster". La adrenalina fluye y todos disfrutamos de esta merecida bajada después de haber subido durante 14 kilómetros. Continuamos guiándonos por los puntos de referencia marcados en el GPS y en el mapa. Después de pasar una de las intersecciones de referencia nos encontramos con una serie de caminos no marcados en el mapa. Este es territorio nuevo para todos, así que nos detenemos por unos minutos para determinar nuestra posición, evaluar lo que nos falta avanzar y decidir por donde continuar la ruta.
Dado que no pudimos recuperar el tiempo perdido, decidimos tomar una ruta más corta de lo que habíamos planeado, aprovechando las veredas encontradas. Este cambio de trayectoria valió la pena, ya que nos internamos en un bosque denso, lleno de pequeños arroyos que los perros no perdieron la oportunidad de disfrutar. Continuamos por estos caminos hasta entroncar con la terracería principal que nos llevará de regreso al parque de los Venados. Nos detenemos nuevamente a revisar el mapa y nos damos cuenta de que el regreso es relativamente sencillo ya que después de una pequeña sección ondulante, casi todo el camino es de bajada. Esto es bienvenido ya que todos empezamos a pagar el precio del ascenso. Las piernas ya empiezan a protestar.
El grupo empieza a bajar rápidamente, pero me doy cuenta de que Sky y Boreal ya están cansados y han disminuido su ritmo. Así que reduzco mi velocidad y bajo a un paso más tranquilo que me permite disfrutar el paisaje y el entorno. No se oye ningún ruido más que el viento rozando las hojas de los árboles. No se ve a nadie a nuestro alrededor.
Me detengo a dar agua a los perros y tomo una foto a lo que queda de un árbol muerto. Estando a punto de arrancar, se oye un fuerte ruido, proveniente de lo alto de los árboles. Volteo a ver y me encuentro con la majestuosidad de una enorme águila color café, surcando por las partes más altas de los pinos. Me cuesta trabajo encontrar un mejor cierre a esta ruta, que esta vista tan impresionante. Continuamos nuestro descenso hacia los autos. Llegamos después de unos 15 minutos de un pedaleo suave y recuperador. Mientras subimos las bicis a los autos y nos ponemos ropa abrigadora, comentamos las experiencias del día. Frío, cansancio, satisfacción, el conocer un lugar nuevo y tal vez lo más importante, el tener nuevos amigos con quienes compartir esta experiencia. Marcos y Héctor se despiden.
Los demás cerramos el día con unas ricas quesadillas de carne, bistec, queso, hongos, pollo y demás variedades típicas. Dickens se echa debajo de la mesa dispuesto a tomar una siesta. El grupo y las personas del puesto de comida se sorprenden un poco al ver que pido unas quesadillas de carne para Sky y Boreal. Se lo merecen ya que después de todo yo hice la mayor parte del recorrido sobre ruedas y ellos lo hacen a pie.
Terminamos de comer, nos subimos a los autos y no pasa mucho tiempo para que nuestras 3 mascotas queden perdidamente dormidas en la parte posterior de la camioneta. Iniciamos el regreso a casa, con la satisfacción de una gran ruta.
Gracias a todos los que participaron en esta primera excursión de BiciMapas, ya que tuvo el espíritu que este sitio busca: Conocer lugares nuevos, en compañía de amigos algunos ya de tiempo atrás y otros nuevos, sobre una bicicleta de montaña. ¿Se te ocurre algo mejor?
Alberto Nájera Sábado 7 de Diciembre de 2002
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